La climatología islandesa ha propiciado que sus
ovejas tengan unas características térmicas únicas: son altamente aislantes del
frio y repelen el agua y la humedad.
Su pelo se compone básicamente de dos tipos de fibras,
las exteriores que son aislantes y las interiores que son largas y esponjosas,
repelentes del agua y de la humedad. Juntas crean una lana más ligera que la
mayoría de las lanas con las mismas propiedades caloríficas, que repele la lluvia y transpirable, manteniendo
la piel seca y confortable.
En los años 50 aparecieron los primeros jerséis islandeses, jerséis tejidos
con lana de oveja islandesa (LOPI: lana en islandés) con bellos patrones de
colores que ocupan toda la zona del hombro. Al principio los colores eran
naturales (crudos, marrones, grises, negros…), pero con los años se han ido
introduciendo infinidad de colores vivos
y multitud de dibujos.
Son jerséis ideales para el campo y para el tiempo libre, pero también
existen diseños y grosores perfectos para el día a día urbano.
Como buenos amantes de la lana de calidad,
en naturalmente lanas hemos traído desde Islandia
dos grosores diferentes de lana, la Léttlopi y la Plötulopi. La Léttlopi es lana de una sola hebra, resistente, de grueso medio,
en ovillos de 50gr/100m. La Plötulopi es lana sin torsionar, delicada a la hora de tejer pero
muy esponjosa, ligera y resistente una vez tejida, en discos de 100gr/300m.
Este artículo ha sido publicado recientemente en: portaldelabores.com
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